lunes, 6 de junio de 2011

Los mayores escándalos del béisbol

Si uno busca en internet, artículos relacionados consumo de esteroides en el deporte, probablemente llegue a uno que se llama: "Los 11 mayores escándalos deportivos".
Lo más aterrador es que de los 11 escándalos, 5 son relacionados al béisbol; y peor aún este deporte tiene el puesto número 1. Aquí los escándalos:


   Puesto 9: Los New York Giants en 1951

En 1951, los New York Giants tuvieron uno de los retornos más grandiosos de la historia del béisbol, borrando un déficit de 13 partidos para alcanzar a su archirival, los Brooklyn Dodgers, y vencerlo en un desempate de tres juegos. En el 2001, varios ex-jugadores de los Giants confirmaron una larga sospecha de los jugadores y fanáticos de los Dodgers admitiendo que habían estado robando señales durante las 10 semanas finales de la temporada.

Los Giants ponían a uno de sus entrenadores en el medio de la cancha con un telescopio, y éste robaba las señales del equipo adversario y las enviaba al foso de los Giants con un aparato eléctrico. Bobby Thompson, jugador de los Giants que terminó el último juego de desempate con un victorioso “home-run”, insiste en que no se le dio una señal robada cuando realizó el “golpe que se oyó a lo largo del mundo.”
Danny Almonte era la estrella de la Little League World Series del año 2001, lanzando un juego perfecto para su equipo del Bronx, en Nueva York. Almonte se convirtió en una celebridad nacional y recibió la llave de la ciudad de manos del Alcalde de Nueva York Rudy Giuliani. Sin embargo, existían dudas en cuanto a su verdadera edad, y el 30 de agosto, una semana luego de que jugara su último juego, Sports Illustrated reveló que Almonte era en realidad dos años mayor que lo que decía ser.

Su equipo fue forzado a renunciar a todos sus juegos, y su padre y entrenador fueron expulsados de la Liga Menor. Hoy, Almonte, de 21 años, juega béisbol universitario para Western Oklahoma State luego de haber luchado por varios años en las ligas menores de baja calidad.

Puesto 4: Pete Rose

Pete Rose se retiró en 1986 como el bateador estrella de la escena del béisbol, pero puede que nunca llegue a formar parte del Salón de la Fama. En 1989, una investigación de la MLB determinó que, como manager de los Cincinnati Reds, Rose había apostado a juegos de béisbol durante las temporadas de 1985, 1986 y 1987. El mismo año, el comisionado Bart Giamatti expulsó a Rose del mundo del béisbol de por vida.

Rose negó haber apostado a juegos de béisbol por muchos años, y frecuentemente rogó ser admitido nuevamente al Salón de la Fama del béisbol. En el año 2004, finalmente admitió haber apostado en los juegos, y en el 2007 admitió haber apostado a los Reds “cada noche”.
En 1919, los White Sox de Chicago eran uno de los mejores equipos de la escena del béisbol en los Estados Unidos, pero eran remunerados en una escala mucho menor a la de otros jugadores en otros equipos de la liga. Buscando ganar algo de dinero extra, el jugador de primera base Chick Gandil organizó a un grupo de otros seis jugadores para conspirar con apostadores profesionales para arreglar la Serie Mundial de 1919. Los White Sox perdieron la Serie Mundial cinco juegos a tres contra los Cincinnati Reds, con los lanzadores Eddie Cicotte y Claude “Lefty” Williams  - dos de los conspiradores – combinándose para perder los cinco juegos.

Los investigadores descubrieron el plan, y luego de Septiembre Cicotte y “Shoeless” Jackson – cuya participación en el engaño es discutida, ya que jugó bien durante la temporada – admitieron haber arreglado la Serie Mundial. Los siete conspiradores, además de Back Weaver, quien sabía del arreglo pero no lo reportó, fueron expulsados de la escena del béisbol de por vida.

Puesto 1: Esteroides en el béisbol

Los escándalos de esteroides en el béisbol han arruinado a muchos de los mejores jugadores de las pasadas dos décadas y contaminado la era entera. El Informe Mitchell identificó a 86 usuarios de drogas para mejorar su rendimiento, incluyendo a Roger Clemens, quien puede enfrentar cargos de perjurio por mentir en el Congreso acerca de su uso de esteroides.

Barry Bonds, poseedor de los records tanto de temporada como de home- runs, irá a juicio por perjurio en un mes; documentos oficiales difundidos recientemente revelaron que Bonds no pasó cuatro pruebas de drogas entre los años 2000 y 2003. Y Alex Rodríguez, a quien los fanáticos imaginaban como el “natural entre todas las jeringas”, admitió haber usado esteroides entre los años 2001 y 2003.

Con los abogados federales en posesión de 103 exámenes de drogas positivos que pueden posiblemente ser filtrados a los medios, la era de los esteroides en el béisbol no será olvidada pronto.

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